Hoy voy a compartir una experiencia reciente sobre encontrar una billetera perdida en el campus. Era una billetera de cuero negro, bastante elegante y compacta. En su interior, había algo de efectivo y una identificación de estudiante, pero sin otra información identificativa. Encontré la billetera cerca de la entrada de la biblioteca, justo antes de que la zona se llenara de estudiantes. Era temprano en la mañana, y la biblioteca acababa de abrir. Inicialmente, me sorprendió ver algo así tirado sin vigilancia. La recogí y miré a mi alrededor, pero no vi a nadie que pareciera estar buscando algo perdido. Después de encontrarla, decidí que lo mejor era llevarla al centro de objetos perdidos del campus. También informé a un guardia de seguridad sobre lo que había encontrado, por si alguien la había reportado como perdida. Me agradecieron por mi honestidad y tomaron mis datos. Me sentí muy satisfecho de hacer lo correcto. Es fácil quedarse con algo que no es tuyo, especialmente cuando tiene dinero en efectivo. Pero sabía que si perdía algo valioso, querría que alguien me lo devolviera. La experiencia me hizo darme cuenta de la importancia de la integridad y la empatía. Espero que el dueño de la billetera se haya sentido aliviado al recuperarla, y me alegro de haber podido jugar un papel en ello. Encontrar y devolver la billetera fue un acto simple, pero reforzó mi creencia en hacer lo correcto, por pequeño que sea.